domingo, 29 de julio de 2007

Retenciones agropecuarias y promoción del biodiesel. Edmundo virgolini

Recientemente (Clarín 22/02/05) el Dr. Aldo Ferrer (quien no necesita
presentación y a quien no se puede signar como "amigo" del sector agropecuario)
ha dicho que una salida para las retenciones a la Exportación es que las mismas
se las tome como pago a cuenta del Impuesto a las Ganancias. Los efectos
fiscales con un buen diseño del régimen de retención o percepción que se
instaure resultarían una ganancia de eficiencia y de equidad en el sistema
tributario porque el Impuesto a la exportación es un instituto argentino que va
a contrapelo de unadinámica inserción argentina en el mundo. Esta propuesta
aunque fuera acogida en forma parcial es benefíciosa también para las finanzas
públicas santafesinas porque incrementaría sus ingresos vía la
coparticípación del impuesto a las ganancias
frente a la no coparticipación
del impuesto a la exportación. Es además una propuesta superadora de la
coparticipación de las retenciones (que violentaría en alguna medida el régimen
federal constitucional instalando casi definitivamente un tributo perjudicial
para los productores de nuestra provincia) y de la explorada y muy
cuestionadapropuesta de las "regalías por suelo" ya casi
abandonada.


Una mejora en la fiscalización del Impuesto a la
Renta (donde el sector agropecuario tributa bastante poco) posibilitaría una
futura reducción de los impuestos a la exportación


- Otra medida que propongo es perfeccionar el
diseño de los instrumentos de promoción para la producción de biocombustibles.
El resultado de la legislación promocional nacional y provincial en vigencia ha
sido el lanzamiento de una serie de inversiones que en el país implica una
producción de más de 3 millones de toneladas (Infobae 13/02/07) con principal
destino la exportación. Las empresas interesadas mantienen muchos proyectos en
nuestra provincia pero con plantas de gran capacidad y fuertemente inclinadas a
la exportación. Debería propiciarse un vuelco legislativo hacia plantas de menor
tamaño con destino el mercado interno y principalmente el uso del combustible
por parte del propio sector agropecuario en sus tareas propias. La escasez de
gas oil en las últimas labranzas nos advierte de un peligroso "cuello de
botella" en un sector de vital importancia. La Secretaría de Industria de la
provincia debería resultar autoridad de aplicación de esos proyectos de menor
tamaño.


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