viernes, 5 de agosto de 2011

MUNICIPIOS SALUDABLES

REVISTA NOTAS
Por: Carlos Giuliani




En la definición global de la salud, los municipios se relacionan con todos los aspectos que garantizan los fundamentos del bienestar de la población servicios, urbanismo, vivienda, áreas sociales, seguridad, vialidad, legislación, regulación, sistema tributario, organización institucional, etcétera, y, también con los servicios de salud y de educación. A pesar de esta realidad, las autoridades municipales y la población en general, no siempre tienen en cuenta la estrecha relación que existe entre la actividad del municipio y la salud de la población. El modelo médico tradicional, que relaciona la salud con los servicios u hospitales, induce a subestimar el papel del municipio y a disminuir su compromiso con respecto a la salud. Por otra parte, en la actualidad gran parte de las gestiones municipales se centran en el cumplimiento de una actividad administrativa rutinaria o en la ejecución de actividades aisladas, sin la trascendencia ni los objetivos precisos.

Como estrategias alternativas y favorecedoras de una distribución más amplia y equitativa de la salud, surgieron los proyectos de ciudades y/o municipios saludables, término este último utilizado sobre todo en la Región de las Américas.

Un municipio saludable es: aquél en que las autoridades políticas y civiles, las instituciones y organizaciones públicas y privadas, los propietarios, empresarios y trabajadores, y la sociedad, dedican constantes esfuerzos a mejorar las condiciones de vida, trabajo y cultura de la población, establecen una relación armoniosa con el medio ambiente físico y natural, y expanden los recursos comunitarios para mejorar la convivencia, desarrollar la solidaridad, la cogestión y la democracia.

Por otra parte, entre las características importantes de un proyecto de municipio saludable, destacan las siguientes:

ü Ayuda a definir objetivos y liderazgos

Un municipio saludable es un proyecto con gran contenido político que ayuda a orientar y redefinir el papel del municipio, siendo la salud y el bienestar de la población el centro de sus acciones y la fuerza integradora de instituciones, esfuerzos y recursos. La salud como expresión y síntesis del desarrollo, es el objetivo estratégico de estos municipios.

La búsqueda de niveles saludables otorga un nuevo contenido político a los municipios, cumpliendo una función revitalizadora de la acción municipal.

Para poner en marcha un proyecto de municipio saludable son necesarios dos requisitos:

Ø la voluntad política, que es la fuerza motriz que permite avanzar en el sentido positivo del proyecto, y
Ø el liderazgo, que es la capacidad para darle rumbo y conducción al mismo.

Tanto la voluntad política como el liderazgo deben emanar de las máximas autoridades del propio municipio, sin cuya decisión formal y comprometida no se podría avanzar. En este sentido, la conducción del proyecto de municipio saludable es incumbencia del intendente o del presidente comunal, quienes actúan en la delegación del concejo o de las autoridades comunales

El papel de las autoridades o de funcionarios esclarecidos del sector salud es también de responsabilidad, tanto en la adopción de iniciativas que ayuden a la puesta en marcha del proyecto, como en la inducción de acciones prioritarias o de impacto para su consolidación. En algunos países el sector salud forma parte y es dependiente de la estructura institucional del municipio y, en otros, comparte intereses y objetivos, aunque no tenga una dependencia formal. Sin embargo, cualquiera que sea su relación institucional con el municipio, siempre puede cumplir un papel facilitador de las tareas y de mediador entre las instituciones públicas o privadas y los ciudadanos.

Determina un espacio de actuación

Un municipio es una entidad geopolítica bien definida. En la mayor parte de los países, su área geográfica abarca un espacio urbano y uno rural, aunque existen naciones donde el espacio municipal es únicamente urbano y otros, con ciudades grandes, donde varios municipios pueden conformar una sola urbe. En cada uno de estos casos las estrategias de un proyecto de municipio saludable serán diferentes y deberán adecuarse a su propia estructura.

Las estrategias de municipios rurales, o con fuerte componente de ruralidad, se adecuarán a su problemática de carencia de servicios y a su perfil de enfermedad, en gran medida de tipo infeccioso. Las de municipios urbanos buscarán responder a los nuevos desafíos expresados generalmente en el aumento de enfermedades crónicas, accidentes, inseguridad y otros problemas sociales y de falta de servicios. En ambos casos la solución de los problemas reviste diferente grado de complejidad y de recursos.

Por otra parte, los proyectos de ciudades saludables, ampliamente difundidos en Europa y Canadá, se distinguen de los de municipios saludables en que los primeros son una estrategia eminentemente urbana, definida a partir de ponderar la importancia de la ciudad en este tiempo de urbanización acelerada, donde se concentran sujetos y problemas, así como recursos y talentos, organización, tradición, cultura e historia, para interactuar cotidianamente en la satisfacción de sus necesidades. Los segundos son una estrategia urbana o rural; los municipios definen un espacio, una población y una problemática que comprende o sobrepasa la ciudad.

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